Por Sin Reservas
No sorprende que una dictadura por defensa de sus intereses económicos se burle de la cuita de más de 32 millones de personas.
Es el caso de Rusia, que mantiene una dictadura con maquillaje de democracia, donde nadie puede sacar la cara, a menos que esté dispuesto a morir o ir a la cárcel.
Y no importa a donde se traslade, allá va el gobierno del dictador ruso Vladímir Putin y lo elimina, tal son los casos de:
Alexander Litvinenko, ex espía ruso de la KGB, que fue envenenado con el letal polonio 210 en Londres.
Nikolai Glushkov, de 68 años de edad, disidente ruso exiliado en Gran Bretaña, desde 2010, cuando recibió el asilo político, que fue hallado muerto en su casa de el 4 de marzo del 2018, también en Londres. Glushkov, fue tomado como «rehén» por la administración rusa, que quería presionar a Boris Berezovsky, para que vendiera su estación de televisión ORT
Boris Berezovsky, era otro disidente, también muerto en condiciones sospechosas. En marzo del año 2013, fue hallado muerto en la casa de su esposa en Berkshire, Inglaterra. y
Los ataque con gas neurotóxico de Novichok, contra el exespía Sergei Skripal y su hija Yulia a comienzos de marzo del año 2018. En este los asesinos de Moscú, pusieron a correr que hemocromatosis, cosa que ni ellos mismos se creen.
No obstante estas muestras, de alrededor de 15 asesinatos, solo en Inglaterra, resulta que el representante de las Relaciones Exteriores de la dictadura rusa, Serguéi Lavrov, no quiere que toquen ni con el pétalo de una rosa a sus colegas de la banda delincuencial que usurpa el Palacio de Miraflores en Venezuela, ya que él prefiere ayudarlo a extender el ominoso regimen, con el «bobo» del diálogo y el anzuelo de «democracia».
Dice este malvado que una acción militar por parte de Washington, sería catastrófica, pero para sus intereses económicos, no para una población que casi todos los miembros han perdido alrededor de kilos de peso, producto del hambre, porque no hay más catástrofe que la mantiene la narcodictadura militar-cubana en Venezuela, con su Mequetrefe títere Nicolás Maduro y un grupito de secuases.
El flamante ministro, nos cree tontos o se hace el ingenuo, cuando se refiere a diálogo y a que los venezolanos deben tomar sus decisiones, habrá que cuestionarle a Lavrov, si son decisiones tomadas por los venezolanos?:
Usulpar todos los poderes,
Robarse todos los recursos y repatriarlos a sus nombres,
Poner a casi la totalidad (para excluir el grupito de la banda que vive como reyes) de la población a pasar hambre, falta de medicamentos, escases de combustible, siendo un país petrolero y energía eléctrica, entre muchas otras.
O son masoquistas, señor Lavrov…???
También este señor tiene los cojones de atreverse a mencionar que:
«La democracia no puede establecerse por fuerza»
Cuando es de todos sabido que ni él, ni su jefe, Vladímir Putin, creen en la democracia.
Los totalitarios y narcodictadores, sí Lavrov, pueden imponerse, por encima hasta de su guía, el demonio…???
Rusia, es el último con calidad para referirse a diálogo y democracia, ya que cuando un opositor ruso saca la cara, sea político, periodista o quien sea, toma el riesgo de que lo envenenen o lo asesinen por otra vía o sea reducido a prisión, instrumentándole falsos cargos, tal y como lo hacen los otros delincuentes en América, como Cuba, Bolivia, Nicaragua y Venezuela.